Trabajo prolongado con computadoras: consecuencias sobre la vista y la fatiga cervical
Tanto en el campo laboral como en el académico e incluso en el hogar, los hábitos y rutinas de trabajo han experimentado cambios debidos a la incorporación de las computadoras personales, iniciada a principios de los años ochenta [2, 3] y seguida por el auge de Internet y la telefonía móvil. Sin duda, cada vez más personas hacen más actividades durante más tiempo en una computadora. Aunado a ello, la convergencia digital tiende a conformar –al menos en los países y zonas que gozan de mayor desarrollo– sociedades donde se prevén cambios acelerados y permanentes, con información ubicua y altamente valorada.
Además de esta demanda creciente en el uso de la computadora, el diseño de los edificios modernos privilegia la iluminación y ventilación artificiales, por razones que van de la estética a la seguridad. Las condiciones de confort ambiental como la iluminación, ventilación y temperatura suelen estar fuera del control del usuario, quien debe ajustarse lo mejor que puede a las características que le presenta su entorno, en lugar de contar con objetos y espacios que le resulten adecuados. Lo mismo sucede con el mobiliario requerido para trabajar con equipos de cómputo, que por lo general carece de un diseño ergonómico óptimo y se selecciona sin considerar este criterio.
Adicionalmente muchos trabajadores perciben que las demandas laborales son más complejas, menos variadas y con niveles de exigencia y estándares de calidad cada vez más altos. Es común que los usuarios de equipos de cómputo trabajen bajo presión, con horarios prolongados, alta demanda cognitiva de atención y concentración, y que realicen actividades físicas monótonas con pocas interrupciones.
Estos cambios y factores al conjuntarse han incrementado la prevalencia o exacerbado las consecuencias de diversos problemas de salud, comunes entre quienes realizan trabajo de oficina o sencillamente pasan largos períodos frente a una computadora, ya sea para laborar, estudiar o divertirse.
Además de esta demanda creciente en el uso de la computadora, el diseño de los edificios modernos privilegia la iluminación y ventilación artificiales, por razones que van de la estética a la seguridad. Las condiciones de confort ambiental como la iluminación, ventilación y temperatura suelen estar fuera del control del usuario, quien debe ajustarse lo mejor que puede a las características que le presenta su entorno, en lugar de contar con objetos y espacios que le resulten adecuados. Lo mismo sucede con el mobiliario requerido para trabajar con equipos de cómputo, que por lo general carece de un diseño ergonómico óptimo y se selecciona sin considerar este criterio.
Adicionalmente muchos trabajadores perciben que las demandas laborales son más complejas, menos variadas y con niveles de exigencia y estándares de calidad cada vez más altos. Es común que los usuarios de equipos de cómputo trabajen bajo presión, con horarios prolongados, alta demanda cognitiva de atención y concentración, y que realicen actividades físicas monótonas con pocas interrupciones.
Estos cambios y factores al conjuntarse han incrementado la prevalencia o exacerbado las consecuencias de diversos problemas de salud, comunes entre quienes realizan trabajo de oficina o sencillamente pasan largos períodos frente a una computadora, ya sea para laborar, estudiar o divertirse.
Los trastornos en la salud derivados del uso intenso de los monitores de computadora tienen gran importancia por varias razones:
- En primer lugar, pueden afectar la vida del usuario en muchos aspectos.
- Si son trabajadores quienes sufren el problema, esto puede resultar costoso para la organización que los emplea, ya sea por ausencias, pago de licencias o indemnizaciones.
- Además, ocasiona costos indirectos como la necesidad de pagar tiempo extra, contratar y capacitar personal de reemplazo, modificar equipos, mobiliario, espacios o formas de trabajo, aspectos administrativos, retenciones, baja productividad y reducción de la calidad.
Algunos estudios demuestran que el problema más frecuente entre los usuarios de monitores de computadora corresponde a la visión. Estos padecimientos visuales parecen incrementarse con rapidez ya que se ha estimado que el 90% de los trabajadores que utilizan la computadora por más de 3 horas al día los experimentan de alguna forma.
De aquí que se haya generalizado el término SVC: síndrome de visión en computadora (CVS: computer vision syndrome) o SVI: síndrome visual informático, para designar al conjunto de síntomas asociados con este problema: tensión ocular, fatiga ocular, irritación, sensación de ardor, enrojecimiento, visión borrosa y visión doble. Cuando una persona sufre uno o más de estos síntomas como resultado de la observación de un monitor de computadora, se dice que padece de SVC. Se ha confirmado también que el uso de estos dispositivos causa astenopía, es decir, un conjunto de síntomas subjetivos que incluyen fatiga y molestia ocular, lagrimeo y dolor de cabeza.
Las causas esenciales de este síndrome son la baja lubricación y la resequedad ocular. Para su limpieza, lubricación y nutrición, la córnea requiere humedecerse continuamente mediante las lágrimas y las secreciones de otras glándulas presentes en la mucosa palpebral. Esto es aún más importante para quien utiliza lentes de contacto. Sin embargo, el efecto de concentración mental que se da al mirar y leer en un monitor disminuye la frecuencia de parpadeo, a diferencia de lo que ocurre cuando la tarea de lectura se realiza en un documento en papel. Además, el uso prolongado del monitor ocasiona que el enfoque visual permanezca casi invariante durante mucho tiempo, disminuyendo la capacidad de acomodación.
Los diversos síntomas del SVC pueden dividirse de acuerdo con tres causas fisio-patológicas potenciales:
Los diversos síntomas del SVC pueden dividirse de acuerdo con tres causas fisio-patológicas potenciales:
1. Mecanismos de la superficie ocular:
La superficie ocular puede definirse como la porción más externa del ojo y representa la interfaz entre el globo ocular y el ambiente. Ésta comprende: (a) la película lacrimal, (b) el epitelio de la córnea y (c) el epitelio de la conjuntiva palpebral. Aunque estas estructuras se presentan como aparentemente separadas, su anatomía y funcionalidad forman un continuo que constituye una entidad morfo-funcional cuya integridad es fundamental para actuar como barrera contra los agentes agresivos del ambiente. El papel que desempeña la película lacrimal es esencial para esta función, pues cualquier alteración en ella puede favorecer la acción negativa de agentes químicos e infecciosos que propicien desórdenes querato-conjuntivales y astenopía severa.
2. Mecanismos acomodativos:
Se refieren a los ajustes realizados por los músculos que dan movilidad tanto a los globos oculares para ajustar su convergencia, lo que hace posible enfocar la distancia al distender o relajar al cristalino, como los que integran el iris que ajusta la entrada de luz a la cámara óptica. A mediados de la década 90 se observó que los monitores de rayos catódicos (CRT: cathode ray tube) presentaban cambios en luminancia y cromaticidad, más marcados en la primera que en la segunda, particularmente en los primeros veinte minutos posteriores al encendido del monitor. De este modo, al trabajar con un monitor recién encendido, un operario debía acomodar constantemente su sistema visual a las variaciones en los parámetros fotométricos de la pantalla. Tales variaciones se asociaron a la fatiga visual que suele producirse en los usuarios de computadora. Al usar computadoras, se llama “trabajo fino” (fine work) a la observación de objetos e imágenes pequeñas situadas aproximadamente a un metro de distancia, mientras que se habla de “trabajo próximo” (near work) cuando éste implica la activación de mecanismos de acomodamiento y convergencia ocular a un metro o menos de distancia, independientemente del tamaño del objeto. Al mantener un mecanismo de acomodamiento casi idéntico por muchas horas, los músculos carecen de oportunidad para descansar y disminuyen su capacidad de distenderse o relajarse.
3. Mecanismos extraoculares:
Las condiciones fisicoquímicas y microbiológicas del ambiente pueden tener un efecto sinérgico en la presentación del SVC, al favorecer o exacerbar los efectos del uso continuo de monitores. Como factores extraoculares que contribuyen al SVC destacan: la ubicación del monitor a una distancia o ángulo inadecuados; la temperatura, iluminación y humedad relativa ambiental incorrectas [16]; los efectos irritantes derivados del uso de cosméticos o de la presencia de contaminantes en el aire. El ambiente de las oficinas puede agravar el problema, pues la calidad del aire en cuanto a su bajo porcentaje de humedad y alto contenido de sustancias contaminantes es común en edificios cerrados y de ambiente “controlado”. Por ello, se requiere adoptar medidas que permitan dar descanso y relajamiento a los ojos y permitirles enfocar a distancias diferentes de la que se mantiene al usar el monitor. El parpadear intencionalmente y voltear a enfocar objetos distintos del monitor con frecuencia, puede ayudar a prevenir el problema. También resulta útil lubricar artificialmente los ojos mediante soluciones oftálmicas prescritas por el médico, así como el uso de filtros antirreflejantes. La tensión visual está asociada, además, a los TME. Sin duda, es recomendable que los trabajadores sean revisados periódicamente por un oftalmólogo.
Abordaje integral del problema
El propósito fundamental de la ergoftalmología es garantizar el bienestar y la eficiencia de las funciones visuales de los trabajadores durante toda su vida laboral. El enfoque actual en esta materia suele ser unidisciplinario (los oftalmólogos revisan los ojos, los ingenieros o arquitectos la iluminación, los higienistas ocupacionales los contaminantes químicos, etcétera), con lo cual los resultados no son suficientemente efectivos para salvaguardar la salud visual de los trabajadores. En virtud de su carácter multifactorial, este tema debe abordarse a través de investigaciones interdisciplinarias que evalúen conjuntamente el ambiente, el mobiliario, el equipo, el software, la organización del trabajo y las características individuales.
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